Aprender a controlar las emociones

Cuando se practica el yoga, se aprende a relajarse y a desconectar trabajando la respiración…
Después de unas cuantas clases de yoga con tu pareja, te sorprenderá la cantidad de pequeñas discusiones que se pueden evitar. Tómate un tiempo para respirar, para reflexionar y, en unos minutos, ¡tu rabieta habrá desaparecido!
Compartir un momento especial
Entre el trabajo, los amigos y los smartphones, es difícil encontrar un momento para reconectar realmente con tu pareja. Así que, ¿por qué no tomar una clase de yoga para darse un poco de paz y tranquilidad juntos?
Impulsar la intimidad
¿Qué puede ser más íntimo que estar pegado a tu pareja y respirar al unísono, concentrado en tu cuerpo y en las sensaciones que te rodean? ¡Tu hombre parecerá mucho más sexy!
Desde una clase de yoga hasta un masaje para dos, es sólo un paso.
Dale sabor a tus posiciones sexuales
Admite que lo has pensado enseguida: el yoga es una buena forma de mejorar tu flexibilidad y descubrir nuevas posturas… ¡en la cama! ¿Apostamos a que es un argumento que seguro que da en el clavo?
Superar los límites
Algunas posturas de yoga en pareja están inspiradas en el yoga tradicional pero adaptadas para dos personas. Por ejemplo, el peso de tu compañero puede ayudarte a desarrollar los músculos o a estirarte más.