El yoga prenatal suele ser suave y algunas posturas se modifican o evitan en función de la fase del embarazo. Pero un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Obstetrics & Gynecology, ofrece resultados alentadores de que muchas posturas de yoga pueden ser seguras incluso durante las últimas etapas del embarazo.
Comprobación de la seguridad de varias posturas de yoga

Para el estudio, los investigadores invitaron a 25 mujeres de entre 35 y 38 semanas de embarazo a participar en una sesión de yoga. Incluyeron a mujeres con experiencia previa en yoga, así como a las que eran nuevas en esta práctica. En general, todas las mujeres estaban sanas y no tenían problemas de salud relacionados con el embarazo ni de otro tipo, como hipertensión o diabetes gestacional.
La sesión de yoga consistió en 26 posturas, incluidas algunas (como la postura del bebé feliz y la del cadáver) que suelen evitarse durante el embarazo. Varias posturas, incluidas las de equilibrio como la Media Luna, el Guerrero III y el Árbol, se modificaron utilizando bloques, sillas o una pared.
Durante la sesión, los investigadores controlaron la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura, los niveles de oxígeno y las contracciones uterinas de cada mujer, así como la frecuencia cardíaca del feto, una medida del bienestar del bebé. Todas las constantes vitales de la madre y el bebé fueron normales durante las posturas y después de la sesión. No hubo caídas, lesiones ni problemas de seguridad.